JAVIER MONZÓN D.

Una de las particularidades de Bellvitge es la repetición de los bloques de viviendas. Esta repetición también ocurre con el espacio entre los bloques que se compone por un edificio de equipamientos/comercio, un parking, y un espacio residual desligado de la actividad. Por la mala distribución de estos elementos y la falta de planificación resulta difícil e incómodo atravesar estos módulos. La actividad y los mayores flujos de personas se llevan a cabo en los paseos peatonales que se generan entre las medianeras de los bloques, allí donde el coche no puede entrar.

Las viviendas se agrupan como racimos en torno al espacio público más abierto, dejando de un lado espacio público y del otro calle.

Para solucionar el encuentro entre bloque de viviendas y espacio público proponemos una nueva tipología de dúplex.

Al rehabilitar las viviendas de planta baja y de planta subterránea creamos un zócalo mucho más ligero que a su vez separa vivienda de espacio público, con unas nuevas aberturas de doble altura. En una fachada aparecen unos patios ingleses y en otra un pasillo continuo en porche. El núcleo de escaleras se remplaza por uno que solucione la movilidad y que al llegar al suelo sea un espacio más abierto.

La intervención en el espacio público pretende romper con la linealidad generada por el enfrentamiento de los bloques, a través de una linea quebrada y también crear espacios más dinámicos y menos estáticos, con circulaciones en diagonal y a través de diferentes espacios, a diferentes cotas y luces.